Aristóteles

 La Política de Aristóteles

La Política de Aristóteles (384 AC – 322 AC) se enfoca exclusivamente en el estudio de las diferentes constituciones y formas de gobierno. Aristóteles está de acuerdo con Platón (y Sócrates) en que el principal fin de un Estado es el de generar felicidad para sus miembros y que la mejor forma de alcanzar este objetivo es por medio del diseño de la constitución política.

Aristóteles

El enfoque de Aristóteles es mucho más práctico y realista que el de Platón. En La Política aborda cuatro preguntas principales:

1.   ¿Cuál es la constitución ideal de un Estado?

2.   ¿Cuál es la mejor constitución posible para la mayoría de los Estados existentes?

3.   ¿Qué constitución sería mejor para un Estado en particular, considerando su actual constitución, su historia y tradiciones, y el carácter de sus ciudadanos?

4.   ¿Cuál es la mejor forma de preservar la constitución de un Estado, aún si esta no es perfecta?

Solo la primera pregunta fue abordada por Platón en La República Las Leyes. Las preguntas 2, 3 y 4 muestran un serio interés por parte de Aristóteles por comprender y mejorar la política de las ciudades-Estado de su época.

De forma adicional, Aristóteles aborda preguntas tales como: (I) ¿Qué es una ciudad-estado y cómo se diferencia de otros tipos de comunidades? (II) ¿Qué se necesita para que un ciudadano califique como tal? y (III) ¿Cuáles son los mejores criterios para calificar las constituciones políticas?

En lo que sigue, abordaremos las respuestas que Aristóteles da para estas últimas tres preguntas.

¿Qué es una ciudad-Estado y cómo se diferencia de otras comunidades?

En los primeros capítulos de La Política, Aristóteles argumenta que las aldeas se forman naturalmente en el momento en que se reúnen varias casas y, a su vez, las ciudades-Estado aparecen cuando se reúnen múltiples aldeas.

En cada caso, la articulación se produce en función de la satisfacción de necesidades básicas como la provisión de comida, el refugio y la defensa en contra de los agresores. Sin embargo, en el caso de la ciudad-Estado, Aristóteles señala que surge por las necesidades vitales, pero permanece en función de la buena vida.

En otras palabras, si bien las ciudades-Estado aparecen para la satisfacción de las necesidades básicas, una vez establecidas, revelan su verdadero valor: permitir el desarrollo de las capacidades más elevadas de la existencia humana.

¿Qué se necesita para ser ciudadano de una Polis?

Los primeros capítulos del libro II de La Política están dedicados a la aclaración de tres conceptos principales: ciudad-Estado (polis), ciudadano (politês) y constitución (politeia).

Los términos griegos para estas palabras están obviamente interconectados y los conceptos, según Aristóteles, también. Una ciudad-Estado es definida como: una comunidad de ciudadanos lo suficientemente grande como para ser autónoma. Por otro lado, una constitución se define como: la organización de las magistraturas de una ciudad-Estado (especialmente las más importantes).

Finalmente, el ciudadano es definido en función de ambos términos. A saber, un ciudadano es una persona elegible para participar en las magistraturas deliberativas y judiciales. Esta definición presupone la existencia de una sociedad compleja, que posee una constitución con arreglos institucionales para los órganos deliberativo y judicial. Vale decir, una ciudad-Estado.

¿Cuáles son los criterios para diferenciar las constituciones?

El primer criterio para diferenciar las constituciones es el número de personas que gobierna. Si el poder reside en unos pocos, nos encontramos ante una oligarquía o una aristocracia. Si el poder para tomar las decisiones políticas reside en «los muchos», entonces nos encontramos ante una democracia. Finalmente, si solo hay una persona que detenta el poder nos encontramos ante una monarquía o tiranía.

Un segundo criterio es el objetivo o la finalidad de los poderes del gobierno. Esta puede ser: a) el bien de la comunidad política o b) el beneficio privado de los gobernantes. En otras palabras, la diferencia radica en el carácter despótico o no despótico del gobierno.

El gobierno de uno puede ser despótico (tiranía) o no despótico (reinado); El gobierno de unos pocos puede ser despótico (oligarquía) o no despótico (aristocracia); y el gobierno de muchos puede ser despótico (democracia) o no despótico (república).

Estos gobiernos son abordados por Aristóteles en los libros III (reinado), IV (república, democracia, oligarquía y tirania) y VII (aristocracia).

Fuente Bibliográfica:

https://conceptospoliticos.com/teoria-politica-clasica-socrates-platon-y-aristoteles/#:~:text=En%20lo%20que%20respecta%20al,vida%20colectiva%20de%20la%20comunidad.

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